Ciberpolítica: Más allá de la tecnología como política
Hay que abordar el mundo de hoy en el plano de la complejidad, de un mundo cibernético que implica el ciberespacio, el cibermundo,la cibercultura y la ciberpolítica, no es poner la tecnología como pensamiento, eso es caer en la moda y en una cultura light creada por el mismo poder tecnológico.
Un pensamiento se fragua en décadas y asumiendo la soledad en cualquier escenario.
Vivimos la era del cibermundo, en donde la tecnología forma y formará parte de su edificación, pero sus configuraciones sociales son el resultado de los sujetos cibernéticos,que van desde una ama de casa hasta un hacker de cualquier tipología.
Como filósofo y pensador del mundo digital y la tecnociencia, voy construyendo ideas que trascienden los dispositivos tecnológicos, ya que he labrado mi pensar en la crítica, la cual es hija de la modernidad.
En la ciberpolítica los sujetos se organizan en
red, el liderazgo es compartido, no hay “masa”, cada quien tiene algo que decir
y lo dice. No hay control para callar la gente, el ciberespacio, es un
descontrol, todo el mundo quiere ser partícipe de los procesos sociales que se
producen en lo real y virtual. La hiperconetividad entretejidas de redes y nueva forma de participación social, hacen estallar la manera de hacer política. No
vivimos del paso de lo virtual a lo real, ambos forman parte del espacio y
ciberespacio: Mundo y Cibermundo. Google,instagram,Twitter , ni otras redes
sociales...no son en sí una era, son parte de un mundo digital: La era del Cibermundo.
La ciberpolítica como
estrategia de comunicación
La era del cibermundo o Mundo digital, ha cambiado la forma de pensar y
hace política en estos tiempos. Con la llegada de las redes sociales al
ciberespacio, los procesos sociales se aceleran, las informaciones fluyen cada
segundo, las tácticas y estrategias de los escenarios políticos reales cambias en un instante, con la entrada de los
escenarios virtuales.
En un planeta caracterizado por lo hibrido, espacio, ciberespacio, Mundo
y Cibermundo, la política cobra nuevo escenario, en donde el político que vive
hiperconectado, hiperactuando en redes
de expansión masiva: Twitter, Facebook, Google +, WassApp, sino asume
una estrategia de comunicación bien definida con relación al espacio físico y
ciberespacio, será presa de esos enredos digitales.
En este siglo XXI, con la entrada en escena de la ciberpolítica y todas
sus estrategias comunicacionales, el sujeto cibepolítico ha ido redefiniendo
sus relación con el poder (cristalizado en el Estados) y sus múltiples
instancias, ya que se ha estado pasando de una sociedad de encierro y
disciplinada a una de control virtual, de relaciones de poder digital y
biométrico.
Esta nueva forma de control social, se articula con los movimientos emergente en el
ciberespacio, al hacktivismo, los
movimientos sociales y contestarios, la legión de Anonymous, o el caso de Wikileaks, el cual estremeció al mundo con los miles de
documentos, cables de información que apuntan a la denuncia de acto corrupción
políticas en muchos países del mundo y en particular en latinoamericanos, como
el caso de República Dominicana o en el Medio Oriente.
A diferencia de Wikileaks, que tiene
un líder como Julián Assange o las revelaciones de espionaje electrónicos por Edward Snowden, quien fuera analista de la Agencia
Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos, en Anonymous, no hay líderes, ya que es un movimientos de
ciberativistas libertario del ciberespacio, los cuales han estado en los
grandes acontecimientos de Túnez, Egipto y
Libia, luchando a favor de la libertad, la trasparencia y la igualdad.
Como se puede apreciar, la ciberpolítica como estrategia de comunicación,
ha de situarse en una relación compleja en el espacio físico y el espacio
virtual, dentro de la relación: lenguaje, cerebro, sujeto, discurso, cultura,
lengua y sociedad. Hay no situarse en
esas relaciones, el político que se inscribe en ese mundo del ciberespacio, puede caer en enredos
de informaciones y de datos, que en vez de definirlo y redefinirlo como sujeto
ciberpolítico, podría ser degradado y ridiculizado por dicha redes sociales y
las comunidades virtuales del ciberespacio.
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