Nada permanece, excepto la
nada, el vacío, la caída sin paracaídas de valores, jóvenes que viven
respirando aire de corrupción, del desprecio a la educación, al mundo
filosófico, literario y cultural. El 2009, dos generaciones, los jóvenes net y
nativos digitales dominicanos vivieron en la Marthamanía, al ser parte del
teatro, del espectáculo de una vida light,
cuando votaron a través de su celular a favor de Martha Heredia para que
lograra ser la princesa del vacío de lo efímero, en un reality show que se mueve en el regocijo de la destrucción de
valores y la falta de autenticidad.
Dichos jóvenes, que han
crecido y han nacido en el mundo de lo digital, de las redes ciberespaciales,
enviaron miles de mini mensajes al símbolo de Marha, encarnado en una
numeración, la 43657, símbolo de lo digital y lo descarnado
Recuerdo que tal espectáculo
se estaba celebrando en Argentina. En ese momento me encontraba en aquel país
representado a la Universidad Autónoma de Santo Domingo en Virtual Educa. Precisamente
algunas de las ideas que expuse en mi conferencia explicaba lo efímero de las
creencias y valores de la generación net
y los nativos digitales del país, a diferencia de las generaciones anteriores.
Los líderes políticos
dominicanos que ayer celebraron el símbolo de lo efímero de esta artista, no se
detendrán a pensar, ni les interesa, cómo podemos seguir participando en los
rostros de los efímeros y en el desprecio a los símbolos, a los valores de la
convivencia y la cohesión social. Les interesa ese mundo de lo efímero, ya que
viven de eso y desprecian la permanencia de lo cultural encarnado por doctores,
maestros, profesores, médicos, pintores, poetas, escritores entre otros
profesionales que han labrado con sus
manos, los valores que hoy deben predominar en la sociedad. Los políticos les
desprecian porque no generan votos para el clientelismo y el patrimonialismo y
viven criticando ese sistema político corrupto.
Diciembre 2009 fue el
regocijo de Martha Heredia, su mundo era otro, el salto a la fama, el rostro de
lo que supuestamente es el ídolo latinoamericano. Hoy termina ella en la desfiguración de lo que ofrece el
consumismo y la chabacanería del sin sentido de una sociedad que glorifica el
éxito efímero a cualquier precio y desprecia los valores de Juan Pablo Duarte,
Américo Lugo, Pedro Henríquez Ureña, Juan Bosch, Andrés L Mateo, Diógenes
Céspedes, Manuel Matos Moquetes, entre
otros escritores e intelectuales que han dejado un legado para que nuestra
sociedad no termine desmigajada y respirando aires grises.
Febrero 2013 es la
destrucción y la esfumación de ese símbolo, que no le interesa a los políticos,
ya que es parte de un desecho que se presenta con 1.8 kilos de heroína, la cual
no es la heroína de Marha Heredia, sino la de un polvo que la entierra de por
vida en una sociedad de espectáculos en la política y lo social.
Según Pedro Henríquez Ureña,
Eugenio María de Hostos murió de asfixia moral. Hoy no estamos muy lejos de
eso, lo que sucede es que cientos de miles han emigrado allende a los mares para no morir y otros
vivimos cubierto con una máscara con oxígeno para poder sobrevivir a esa
asfixia que amenaza con desintegrar a la República Dominicana.