La
reiteraciones de sus palabras, Presidente Medina, no son citadina de un mañana
de café, como tampoco de tertulias, están ahí, en la conciencia de la
ciudadanía incipiente de los dominicanos, son palabras no escamoteadas por los
espectáculos de la politiquería cotidiana.
No,
Presidente, hable claro, llegó su hora
con su primer funcionario Haivanjoe Ng Cortiñas, que ha reventado las redes sociales en el
ciberespacio, ya que siendo Contralor
General de la República, se ha otorgado una pensión de 625 mil pesos mensuales
por su condición de ex Superintendente de Bancos.
Recuerdo
su discurso, Presidente, sobre los funcionarios que le produjeran ruido a su
gobierno: se iban a tomar medidas enérgicas, no es para pensarlo, es para
actuar. Lo de Ng Cortiñas escapa a un ruido, ya que es una explosión, no como
la de Félix Bautista, que es comparable a la del Big Bang del universo, pero
está ahí. Esperemos, Presidente. Que su decir-hacer sea una nueva visión, no
una pérdida lastimera de ejercicio del poder.
Su
discurso en la Naciones Unidas
Presidente, desnuda la realidad dominicana cuando dice que en el país más de la tercera parte de su población vive en
condiciones de pobreza, muy bien ese decir, ahora el hacer es la
actuación en beneficio del pueblo,
contra esos funcionarios que se creen que viven en Alemania o Suiza, ya que no
se puede hablar de toda Europa. Ahora
espero hechos y palabras, con el primer ejemplo, Haivanjoe Ng Cortiñas.