Leonel Fernández: discurso
postelectoral
1 de 2
El expresidente Leonel
Fernández, 15 días después de pasadas las elecciones dominicanas, escribe en su
columna Observatorio Global, un artículo titulado “El triunfo del PLD”,
(30/5/2016) en el que analiza los recientes
comicios en el plano de la complejidad y donde reconoce diversas
irregularidades en tal proceso, aunque sin dejar de abordar el triunfo del
Partido de la Liberación Dominicana (PLD) en primera vuelta y no reconociéndole a Danilo Medina ningún
sello personal por el triunfo.
En su discurso, ni en forma
indirecta ni por insinuaciones alude a Medina. No hay un solo párrafo que pueda
decirse que lo pensó para referirse al presidente Medina. Este brilla por su
ausencia en ese discurso. ¡Qué tiempos aquellos cuando visitó la ciudad de
Nueva York , se sintió orgulloso del
primer año de la gestión del gobierno de
Medina: “Como peledeístas debemos sentirnos todos orgullosos, porque el compañero Danilo Medina está
haciendo una gran gestión y eso es motivo de complacencia, de
beneplácito y de regocijo para toda la familia del PLD y el pueblo dominicano”,
dijo en aquella ocasión.
El expresidente Leonel
Fernández jamás pensó escribir un discurso
del “triunfo PLD” con tantos tumbos de honda amargura como el que escribiera en este momento.
Aunque muchos medios se han hecho eco de ese discurso, solo han visto una
parte, no el todo; lo simplifican, no lo complejizan como hace el propio
expresidente. Así, podemos darnos cuenta cómo el Consejo de Dirección de
Multimedia del PLD resalta de ese discurso la parte que le interesa, como es el
caso de los dos últimos párrafos: “El presidente del Partido de la Liberación
Dominicana, Leonel Fernández, denunció que hay un propósito maligno que procura
generar la impresión de una supuesta crisis post electoral, que no existe,
considerando como un exceso reclamar reconteo de todos los votos, para todas
las candidaturas, en todas las mesas, de todos los colegios electorales”.
(30/5/2016)
Estas ideas fueron destacadas
por varios medios electrónicos y por
comunicadores que interesadamente vieron algunos árboles, pero no el bosque,
vieron el mar, pero no el océano de incertidumbre que en parte dejó plasmado el
discurso de Fernández y que sigue en oleajes de fuerte intensidad.
Hay que dejar claro que el
discurso como forma de acción, como actividad humana, no es inocente, ya que
contiene un propósito y una intencionalidad. Por eso, como bien lo aborda Van
Dijk, nosotros por “lo general no hablamos, escribimos, leemos o escuchamos de
modo accidental o tan solo para ejercitar nuestras cuerdas vocales o manos” ,
por lo que la “mayoría de las acciones
son ejecutadas intencionalmente para realizar o producir algunas otras cosas,
esto es otras acciones, sucesos, situaciones estados mentales” (2008: 28)
. Es por eso que el discurso del
expresidente Fernández sobre “el triunfo del PLD” va dejando desde su
encabezado que no es el triunfo del presidente Medina. Y también va dejando en
una secuencia de párrafos, un ir y venir, una vuelta y revuelta bien
intencionada de que a pesar de que no hay una crisis postelectoral, sí hubo un
desastre electoral. Veamos al respecto punto por punto dicho discurso
postelectoral.
El expresidente Leonel
Fernández, luego de hacer un ejercicio aritmético de los diversos triunfos del
PLD en las elecciones dominicanas, coloca el proceso electoral en el ámbito de
lo complejo. En el susodicho artículo con un subtema que se titula “Complejidad
del proceso”, en el párrafo 7, dice:
“aunque el triunfo conquistado del PLD estaba previsto en la generalidad de las
encuestas, la oposición ha reaccionado con gran encono frente a los resultados,
alegando un cúmulo de irregularidades y acciones indebidas” (párrafo 8).
En dicho párrafo deja abierta esa crítica por
parte de la oposición, para pasar al plano de los ciudadanos que votaron de
forma ordenada, con lo que en parte deja caer las coincidencias en algunos
puntos con la oposición, en el siguiente párrafo: “algunas fallas, como la no
presencia a tiempo de personal de la Junta Central Electoral (JCE) y de la no distribución
de equipos”.
Luego de esto, apela en su
discurso a los principales medios de
comunicación, en el que dice que estos se despidieron la noche del 15 de mayo
con la certeza de que al día siguiente se dispondría de los resultados. Sin
embargo, afirmó: “No fue así. Al ímpetu inicial le siguió una lentitud que se
prolongó durante cerca de dos semanas, que dio lugar a la suspicacia, la
incertidumbre y a la realización de actos de protestas, que ocasionaron la
muerte a seis personas, dejando a varios más heridos”. También aquí deja todo abierto, aparentemente
no hay continuidad con el párrafo que sigue.
Se puede apreciar que hay
términos en este párrafo 6 de dicho
subtema “la complejidad del proceso” en donde Fernández nos reenvía a los datos
numéricos, dejando de nuevo entrever que las elecciones fueron traumáticas, y
en parte un desastre. Al parecer, quien se expresa así no parece ser un
presidente del PLD que se siente a gusto con el triunfo de su candidato, sino
un analista crítico, pero en el plano de la complejidad política. Con estos
planteamientos pretende dejar su impronta histórica en cuanto a que los tres
triunfos electorales que le llevaron a
la presidencia de la República no estuvieron marcados por tal desastre
electoral, tal como le ha sucedido al presidente Danilo Medina.
La complejidad de ese discurso
cae en la ambigüedad, pero esto es intencional y altamente político, ya que se
vislumbra una profunda crisis postelectoral en el PLD, al menos que el
expresidente Fernández acepte morir en vida como político dentro del PLD, andando junto con Franklin
Almeyda Rancier con un pico y un pala para ver dónde excava su tumba en ese
partido.
Almeyda llegó a escribir un artículo titulado
“¿Con pies de barro?”(23/5/2016) en
donde expresa que el PLD “no celebró su
triunfo”. Porque “hubo una especie de
recogimiento y pesadumbre. Se lamenta de que “las cosas sucedidas han puesto
pies de barro a ese triunfo; no hemos sentido orgullo porque los conflictos y
trapisondas nos han avergonzado”(párrafo 1). Sobre esto, el portavoz de la
Presidencia de la República, Roberto Rodríguez Marchena, dijo que Almeyda no
parte de la realidad, carece de objetividad política, de “un déficit de
análisis político” (31/16/2016) .
En esta crisis postelectoral,
el expresidente Fernández no tiene mucha posibilidad presidenciable. Su caída
en la ciberpolítica ha sido acelerada, no puede sacar la cabeza en las redes
sociales, es decir, en ese ciberespacio que tanto le ha fascinado y el cual es
hoy un híbrido entre espacio virtual y espacio social real. Para colmo,
sobre esa caída el presidente Medina le
ha robado su discurso ciberpolítico con la puesta en marcha de la República
Digital. Por lo que Fernández se ha quedado sin ese discurso digital y sin el control del Partido
y muchos menos del Estado. Aunque Medina nunca ha teorizado el cibermundo y lo
digital como lo ha hecho Fernández, no por eso ha dejado de ser pragmático tanto en política como en la
ciberpolítica. Pero este match, apenas comienza.
2 de 2
El discurso político del expresidente Leonel Fernández titulado
“El triunfo del PLD” no se puede estudiar en su complejidad si dejamos al
margen el contexto, el cual se define como construcción sociocultural, cargado
de registro político e histórico, en la relación sujeto, lenguaje y poder.
Dicha relación es fundamental para la construcción contextual del discurso
político e imprescindible para entender
la estrategia y los sentidos que adquiere ese discurso en su funcionamiento.
(Céspedes, 2011; Matos Moquete & Rosario Fernández, 2014; Roa Ogando,
2016). Este tipo de discurso al ser
político, se caracteriza por relaciones de poder, de dominación y de
fuerza o hegemonía.
Es en ese contexto que ha de
situarse el discurso post-electoral de Fernández, como parte de la lucha por el
control del liderazgo político y del partido. Esta lucha ha salido a relucir
luego del triunfo electoral del presidente Danilo Medina, pero para el
expresidente Fernández es el triunfo del
PLD, y no de Medina.
Es sobre la base de esta
contextualización que analizaremos el segundo subtema del discurso de Fernández
y que se titula “AVANCES DE OTRAS FUERZAS Y OBSERVACION ELECTORAL” (las
mayúsculas no son mías), en la que se deja rodar cierta táctica entre pasarle guantes de seda a la oposición
política por el momento y dejar la manopla que ocultaban dichos guantes para el
danilismo.
De ahí que en el primer
párrafo de este subtema, Fernández exprese: “No obstante el notable triunfo
electoral del PLD, otras fuerzas políticas también cosecharon avances en sus
niveles de representación y aceptación
en el electorado nacional”. A lo que en seguida hace otro ejercicio numérico
de cómo han avanzado esas fuerzas, para luego volver a su principal propósito,
en cuanto a que “el pasado certamen electoral estuvo afectado de algunas
dificultades, fallas e incidentes.”
Lo que se infiere de esa cita
es la capacidad intelectual de Fernández para manejarse con guantes de seda y de manera delicada,
sutil, sin cubrir debajo de estos una manopla; la cual es utilizada por Franklin Almeyda Rancier contra el danilismo
y para defender a Fernández, “sin
importar si las críticas provienen de fuera del partido o de los francotiradores que hay en el
Gobierno”. (1).
El partido invocado por
Almeyda Rancier es idéntico al leonelismo,
pero que es la minoría dentro y fuera de este. Esto lo confirman sendos discursos
de dos fichas importantes del danilismo. Primeramente, Roberto Rodríguez
Marchena, vocero del gobierno, y José Ramón Peralta, Ministro administrativo de
la Presidencia, quienes acusan Almeyda de aguafiestas, de querer desacreditar
el triunfo del presidente Medina y de atentar contra la unidad del PLD. (2).
Estos
dos funcionarios según Almeyda Rancier hablaron sin leer primero, una forma de
galloloquismo, o sea el de un sujeto
osado, intrépido pero que vive diciendo disparates, por no investigar,
por no leer primero.(5/6/2016).
A tal situación política Almeyda Rancier pone sobre
el tapete la amenaza referente al gobierno, en cuanto a que toda la oposición
política “se unificará en contra del gobierno del PLD”, por lo que se necesita
“una unidad real” que vea a Leonel Fernández como un principal “capital
político” dentro del partido. Por lo que
no se trata continúa diciendo “de tomar
decisiones por mayoría mecánica” como la reelección de Danilo que se impuso en
“abril del año pasado” con “una votación caprichosa, mecánica, que generó una
crisis en el partido que todavía se siente” (30/5/2016). Al considerarse en
minoría en el partido, lo ideal sería entregarle la antorcha a Leonel
Fernández, pero tendría que preguntárselo primero a Danilo Mediana y luego a
Reinaldo Pared, a Temístocles Montás y Francisco Javier García, entre otros.
Para Almeyda Rancier la solución es proclamar a su líder como única
manera de que “El PLD sea confiable” y para que “sus miembros y dirigentes” no
puedan “asumir un rol activo y entre
todos, emulando a Cristo, echar a los fariseos del templo” (entiéndase PLD;
A.M).
Comprendiendo las ideas de
Almeyda Rancier, conocemos en su amplitud
el contexto del discurso post-electoral del expresidente Leonel
Fernández, en donde ha dejado bien claro que en las elecciones del 15 mayo se
presentaron muchas irregularidades y una secuencia de muertos. Este discurso se
fundamenta en el informe de la Organización de Estados Americanos (OEA), que
enumeró la falta de equipos, la no llegada de auxiliares técnicos y los
“problemas de conectividad y funcionamiento de las máquinas de control
biométrico y computo automatizado” como parte de esas irregularidades.
Sin embargo, esto no se queda
ahí, porque Fernández dice que se dieron “otras fragilidades en el proceso
electoral”, las cuales “consistieron en la renuncia de tres mil técnicos de la
Junta Central Electoral en la víspera de la celebración de las elecciones”;
pero la más importante de todas tiene
que ver con “los errores presentados en boletines oficiales, tanto en
porcentaje como en votos emitidos, la cantidad de votos nulos y de actas en
blanco”. Todas estas afirmaciones van por el lado contrario de lo que dijo el
presidente de la Junta Central Electoral Roberto Rosario Márquez, en su discurso post-electoral, en cuanto a que estas elecciones fueron
limpias, legítimas y transparentes y sin fisuras excepto la de los partidos
políticos (En toda la prensa de 2/6/2016).
En conclusión, el discurso
post-electoral del expresidente Fernández forma parte de la lucha interna por el control del partido y el
liderazgo entre el danilismo y el leonelismo y busca desde ahora posicionarse
en la sociedad como candidato presidencial, sin importarle la suerte del
gobierno de Danilo Medina. Él ha dejado bien claro que su eje principal gira en
torno al partido, para tales fines tratará de reorganizar su tendencia y
convertirse en paño de lágrima de todos los peledeístas inconformes con el
gobierno, cuando les digan que no se podrá satisfacer la demanda de empleos,
botellas y contrataciones en el Estado.
Bibliografía:
1. Céspedes, Diógenes (2011). Estudios lingüísticos, literarios,
culturales y semióticos. Santo Domingo: APEC.
2. Moquete, Manuel & Rosario Fernández, Reina (2014). El
discurso de Juramentación presidencial en República Dominicana. Santo Domingo:
Búho.
3. Roa Ogando, Gerardo (2016). La taxonomía del discurso.
Aspectos de la teoría lingüística. Santo Domingo: Soto Castillo.
Cibergrafía:
1.AlmeydaRancier,Franklin(2016).http://www.elcaribe.com.do/2016/06/03/franklin-almeyda-pld-defendera-leonel-criticos-afuera-ldquofrancotiradores-del-gobiernordquo#sthash.WSbVxzC.C.dpuf
-http://vanguardiadelpueblo.do/2016/06/05/esos-dos-funcionarios-hablaron-sin-leer/
-http://vanguardiadelpueblo.do/2016/05/30/el-pld-debe-ser-confiable/
2. Peralta, José
Ramón (2016):
http://www.elcaribe.com.do/2016/06/02/peralta-almeyda-pone-peligro-unidad-del-pld
3. Rodríguez
Machena, Roberto (2016):
http://www.diariolibre.com/noticias/politica/rodriguez-marchena-dice-que-almeyda-busca-desacreditar-triunfo-de-danilo-para-posicionar-a-su-candidato-BG3945425