miércoles, 31 de diciembre de 2008

Nueva configuracion de control social digital ante la crisis Global

Lo biométrico como método de control social
Por: Andres Merejo (2001)
Nuestra sociedad no es la del espectáculo, sino de la vigilancia; bajo la superficie de las imágenes, se llega a los cuerpos en profundidad; Detrás de la gran abstracción del cambio, se persigue el adiestramiento minucioso y concreto de las fuerzas útiles; los circuitos de la comunicación son los soportes de una acumulación y de una centralización del saber; el juego de los signos define los anclajes del poder. (Michel Foucault, Vigilar y Castigar. Nacimiento de la prisión. Siglo veintiuno editores, Saa. México. Sexta edición, 1981. Pág.220)





Tras los actos terroristas acaecido en los Estados Unidos, el 11 de Septiembre de 2001, la aplicación de los controles biométricos se han acelerados.
El derrumbe de las torres gemelas y parte de lo que es el pentágono, ese 11 de septiembre, ha puesto en marcha lo que era tan solo experimento, lo biométrico como dispositivo de control social en estos tiempos de ciberespacio y globalizacion.
La biométrica como mecanismo de control social, funciona basándose en la identificación de los sujetos, del saber de la vida por medio de las huellas digitales, las manos, el iris de los ojos, la cara, la voz y la firma.
El método biométrico como experimentación existía en ciudades del Reino Unido, Londres, a finales de los noventa, llegando luego a otras ciudades de Canadá, Estados Unidos.
Con el uso de la biométrica se pueden controlar las principales características físicas de un sujeto y parte de su comportamiento cotidiano, por medio de esos controles se puede identificar si los datos de su vida son auténticos o falsos de acuerdo a los que posee en el pasaporte, la licencia de conducir u otra identidad.
El año pasado en Fullerton, California, se comenzó a experimentar un dispositivo biométrico de reconocimiento facial, en donde la imagen del rostro del sujeto es enviada por una cámara a un banco de datos que la escanea y la procesa, para después compararla con los rostros de un sujeto que se ha estado buscando por determinada sospecha.
Todo esto es obra de los scánners y redes de programaciones especiales computarizadas.
Las tecnologías más desarrolladas de todas estas herramientas son la firma y la voz. La firma digital abunda en el comercio electrónico.
Con el método biométrico los controles sociales informatizado pasan de lo que ante uno poseía (información sobre nuestra vida) a lo que uno es, control de nuestro propio cuerpo.
Dicho cuerpo pasará a formar parte de un montón de informaciones selectivas guardadas en el disco duro de una red de computadora, en el que los ojos de la sospecha informatizada, dirán quienes somos y cuales son nuestras intenciones en el mundo y el cibermundo.

Las crisis sociales y culturales( ciberguerra, ciberterrorismo, deblacles economicas) que sucedera despues de ese antentado, aceleraran los dispositivos biométricos hasta tal punto que las empresas que los diseñan no estaran preparada antes tantas demandas hechas por instituciones públicas y privadas.
En la Unión Americana el uso del método biométrico de vigilancia esta dejando de ser simple experimentación aplicado a aeropuertos, hospitales, centros comerciales y financiero, para convertirse en parte de la vida cotidiana.
La mayoría de terminales de aeropuertos, trenes, autobuses, en Norteamérica, pronto contaran con estos dispositivos biométricos, siendo el más efectivos los de la tecnología de escáner de retinas y del iris, esto así, porque los ojos de cada uno de nosotros son únicos e individuales, no fácil de alterar.
La implementación del método biométrico, comenzó a formar parte del discurso de seguridad y de protección contra actos terroristas, por lo que no tiene la resistencia de ninguno de los movimiento de los derechos civiles.
El aprender a vivir con esas formas biométricas de controles sociales son parte de las nuevas relaciones sociales informatizadas que desde finales del siglo pasado (XX) han venido experimentado los norteamericanos y que sera la nueva forma de control social de la sociedad de la informacion y el conocimiento.

Publicado en diciembre 2001. Suplemento Cultura del Siglo, en mi columna: tema ciberespaciales

sábado, 26 de julio de 2008

LA COMPLEJIDAD EN EL CIBERESPACIO

Sumario


La globalización caracterizada por interconexiones a escala planetaria de las economías, las políticas y las tecnologías de la información y el ciberespacio, ha construido espacios de fluidez, que navegan en medio de una crisis de civilización, de los recursos naturales y fuentes de energía, como el petróleo. Lo que hace pensar que la búsqueda de opciones y de nuevos proyectos sociales no puede fundarse sobre un pensamiento simplificador, encerrado en disciplinas, en estanco de saberes y verdades absolutas.
La complejidad conspira contra ese tipo de método, que excluye la interdisciplinariedad y la trandiciplinariedad.
En este sentido el sujeto de la escritura, de la economía, de la política y de la cibernética tiene que lidiar con lo dialógico entre lo real y lo virtual. La verdad y la memoria para que tengan existencia actualizada deben tomar en cuenta a lo digital, al ciberespacio



Andrés Merejo

Punto de partida


La modernidad comienza como una crítica de la religión, la filosofía, la moral, el derecho, la historia, la economía y la política. La crítica es su rasgo distintivo, su señal de nacimiento. Todo lo que ha sido la Edad Moderna ha sido obra de la crítica, entendida está como un método de investigación, creación y acción.
(Octavio Paz. La otra voz. P.32, 1990. Seix Barral)






Vivimos en un mundo complejo, donde la incertidumbre, el azar y lo convulso caracterizan los días. Nada parece permanecer. Los valores culturales son sometidos a la velocidad, a la instantaneidad de unos tiempos no sólo reales, sino virtuales

Navegamos en incertidumbre, inseguridad, ya que la representación científica de nuestro tiempo no garantiza la certidumbre. De ahí que la pérdida de los caminos, de la certeza tiene su impronta en la complejidad. Ésta es la realidad misma, ya que se caracteriza por el azar, los cambios, los desequilibrios.

El discurso de la complejidad puede definirse como la comprensión del mundo, del universo sin verdades inmutables. Dicho discurso incorpora el orden y el desorden, lo eventual, lo recurrente, lo indeterminado y lo determinado, lo universal y lo particular, lo real y lo virtual, el espacio y el ciberespacio. Todas estas representaciones, opuestas una a otra, se abordan como complementariedad, sin exclusiones, ambas conviven y se interaccionan como fibra de dicho pensamiento complejo.
La complejidad es un pensamiento emergente que se edifica con la crisis del marxismo, del funcionalismo, positivismo, el neoliberalismo, entre otras variantes ideológicas, científicas y sociales

La República Dominicana forma parte de ese escenario mundial, como especificidad social, cultural y ciberespacial que va de un lado a otro, en un ir y venir en ese océano planetario.

Nuestra nación vive en tres tiempos entrelazados con tres espacios históricos, específicos y entretejidos. Espacio premoderno, espacio moderno y espacio postmoderno.

Nuestra sociedad está organizada sobre la premodernidad, la modernidad y la postmodernidad. Es decir, convergen en un aquí y ahora las estructuras premodernas como cultura de la clientela, de la precariedad de los servicios y por otro lado la modernidad como cultura de trabajo, placer y consumo, articulado a las relaciones sociales emergentes de la sociedad del conocimiento y el ciberespacio.
En tal sentido, la complejidad social, ciberespacial y virtual no escapa a la dominicanidad en este siglo XXI.


De ahí es que parto con un discurso filosófico- sistémico complejo[1] que es una articulación y organización conceptual sobre la importancia de la parte en el todo y del todo en la parte, no de manera total, ya que lo complejidad asume una crítica a la totalidad como única verdad y unicidad, abriéndose a lo uno y a lo múltiple, contra la simplificación y reducción de los fenómenos humanos en esta era de la sociedad del conocimiento.
El pensamiento complejo tiene entre sus precursores tres discursos científicos: la Teoría General de Sistema, la Cibernética (de segundo orden) y teoría de la información[2].
Para situar el ciberespacio como complejidad y diferente al mundo de la red (Internet), fundamentaré mi discurso en la teoría de sistema y de la ciber nética de segundo orden.
El punto de partida del discurso de sistema se encuentra en la obra del biólogo Ludwig Bertalanffy, quien en su obra Teoría General de Sistema, nos dice que el mundo, el universo, hay que pensarlo como un todo dinámico. Como algo relacional en lo que un sistema se constituye a través de la relación con otros sistemas. De ahí que sea un conjunto de partes coordinadas y en interacción. Produciendo lo sinérgico, en cuanto a que la suma de las partes es menos que el todo y la recursividad, cuando cada una de las partes también constituyen sistemas con elementos independientes.

Un ejemplo de lo sinérgico lo forman la articulación entre las distintas partes de un computador: procesador, disco duro, memorias, pantalla, teclado. Esas distintas partes forman un conglomerado de artefactos electrónicos y para que puedan existir como una computadora tienen que estar todas sus partes integradas e interrelacionadas en un todo que forma un sistema. Para que exista un sistema como red tiene que estar integrado por conectores, que en este caso son el software, el modem, los cuales nos permiten entrar al ciberespacio.
Hay una recursividad cuando el sistema computacional es una parte independiente del sistema de la red de redes (Internet) y éste un sistema independiente del ciberespacio. Ejemplo, la página web de second life.com, es un espacio cibernético dentro del ciberespacio de Internet, que tiene características independientes y afines en ese espacio digital. A la vez, ese lugar nos envía a otro espacio cibernético que está dentro de éste, aunque con autonomía. Cada unos de estos son subsistemas virtuales dentro de otro sistema que a la vez pertenece al sistema ciberespacial, ya que por separado no se puede situar como si fuese el ciberespacio.

Con relación al discurso de la Cibernética ésta tiene como punto de partida al matemático y físico Norbert Wierner (1894-1964), el cual le dio importancia al control y la comunicación en animales y máquinas, así como en la relación de la cibernética con la sociedad.
La Cibernética es un término de origen griego, que significa navegación, los cibernautas eran navegantes, así como el timonel que era líder del barco, para poder mantener la trayectoria de la nave en medio del océano y poder llevarla a puerto seguro, el timonel tenía que calibrarla permanentemente con el movimiento de los vientos, oleajes y tormentas.
Se daba una interrelación circular, autorreflexiva entre el timonel o el ciber navegante y los vientos de las tormentas.
Para tal suceso intervienen el timonel y el entorno, no hay ley natural, dependerá del sujeto navegante y su estrategia para poder llevar, en medio de la tormenta, los vientos, el barco a su puerto.
La retroalimentación o feedback juega un papel fundamental en ese proceso, ya que examina constantemente el trayecto, lo corrige hasta alcanzar la meta.
Es una retroacción que nos conecta con el efecto y éste nos devuelve hacia la causa; se produce una recurrencia, un volver hacia los pasos dados anteriormente. Todo esto trae una redundancia, que es un salirse de los límites, en donde los procesos de retroacción y recurrencia se desbordan para repetirse una y otra vez.
Esta visión cibernética corresponde a la del primer orden, pero será con la cibernética de segundo orden que se puede situar un acercamiento a la complejidad del ciberespacio, específicamente con el discurso sistémico de Von Foerster y de la complejidad de Edgar Morin.
Para Morin, Foerster era el Sócrates electrónico, ya que introdujo la epistemología de la cibernética de lo sistemas observantes, en contraposición de la cibernética de los sistemas observados. Tesis esta sustentada en las ideas de la mecánica cuántica de Heisenberg.

Reflexionar sobre la complejidad del ciberespacio, de la sociedad de la información y el conocimiento (cibermundo) implica un conocimiento a fondo de los discursos de Edgar Morín y de la sistémica de Von Foerster, sin en ellos, entre otros, no podría hablarse de ese conocimiento emergente[3].


Para Morín, tres principios sitúan a la complejidad en el plano de lo transdiciplinario e interdisciplinario: el principio dialógico, el principio recursivo y el hologramático.

El dialógico nos reenvía al diálogo, a la relación e interacción dialéctica entre los polos opuestos, entre el antagonismo y la complementariedad. Este principio emerge en el seno de la contradicciones del mundo y sus cosas: Autonomía/dependencia, espacio/ ciberespacio, real/ virtual, dinamismo/estabilidad, determinismo/ indeterminismo, identidad/ alteridad, digital/ analógico, exclusión/ inclusión, odio / amor, lo uno y lo diverso, lo cercano y lo lejano, etc.
En lo dialógico el aspecto de la complementariedad no se define sobre la base de aplastar al otro, sino más bien sobre la conexión, la contribución, la cooperación, el aporte ante la carencia del otro. Lo que no puedo hacer con mi mano derecha, lo hago con mi mano izquierda, la información que no encuentro en el espacio, en lo real, la busco en el ciberespacio, en lo virtual.


Esto implica una confluencia entre los polos, un devenir de corrientes, en el agua heracliteana. De ahí que Morin plantea la unión del desorden y el orden. Nos dice que desde ahora, la génesis de las partículas materiales, de los núcleos, de los átomos, de las moléculas, de las galaxias, de las estrellas, de los planetas es indisociable de una diáspora y una catástrofe[4].


El principio recursivo es volver a recorrer el camino desde el final hasta el inicio, en donde no hay linealidad de una causa que produce un efecto, sino que el efecto también produce la causa. El proceso de volver al punto de partida, donde el efecto actúa sobre la causa, y produce el sistema de una manera constante, regenerándolo, ya que todo sistema se desgasta, y de ahí que ante esa pérdida de energía tiene necesariamente que regenerarla.



El hologramático es un principio formado por dos términos, holos, que significa de todo, y grama , cuyo sentido es inscripción, que ve más allá que el todo y contra el reduccionismo que ve solo las partes. Este principio ve las partes en el todo y el todo en las partes. Es la reproducción de una imagen en el espacio, en tres dimensiones, esto genera en el sujeto observador la sensación de una imagen real. Cada parte del objeto hologramado posee casi la totalidad de la información del objeto y al mismo tiempo cada parte es contenido en el todo.

Es a partir de la edificación de estos principios de la complejidad, sustentado por Morin y la sistémica de Von Foerster[5], que asumo un discurso del sujeto cibernético, sistémico y complejo, articulado a la cultura y a la sociedad, en donde el cibernavegante no es timonel de un barco en alta mar, sino el navegante del ciberespacio, que en la actualidad, es el sujeto de los celulares, cajero automático y todo lo que tiene que ver con esos espacios virtuales.
La cibernética de segundo orden incluye al observador o sujeto conceptual en la observación, contrario a la primera cibernética de Wiener, el cual le dada importancia a la observación, excluyendo de ese escenario al sujeto.

Este sujeto observador, viviente y de lenguaje histórico es único, contradictorio e irrepetible, en él conviven diversas prácticas sociales: viene siendo padre, hermano, hijo, filósofo, cibernauta, investigador, consumidor, ciudadano. Él posee un sistema autopoeisis o autocreador[6] de sí mismo, que a la vez está conformado por subsistemas: nervioso, digestivo, muscular, y que pertenece a sistemas más amplios: familiar, barrial, clase social, raza, sociedad, mundo y cibermundo, galaxia, universo.

Dicha cibernética de segundo orden abordó al sujeto de manera compleja, ya que se auto observa, se hace crítico de sí mismo. Él mismo como observador, gracias a su discurso, forma parte de la misma estructura, de la misma realidad que quiere observar. Construye el sistema, forma parte de éste, lo moldea, aunque tiene autonomía organizacional respecto a su entorno.



Por eso no es lo mismo un sujeto que asume un discurso sobre Internet que sobre el ciberespacio[7], el primero se queda entrampado en el sistema tecnológico, en la herramientas digital; en cambio, el segundo lo trasciende y construye el sistema ciberespacial articulado a una sociedad, lengua y cultura.
El ciberespacio sin asidero en lo real, sino en las interconexiones de millones y millones de computadoras y teléfonos celulares no es objeto de estudio (salvo raras excepciones) de ingenieros de sistema, técnicos informáticos, sino de lingüísticas, filósofos, sociólogos, físicos, educadores, políticos, poetas; aunque muchos de ellos confundan esa relación de la red y el ciberespacio.
El sistema computacional y las conexiones forman parte de la estructura de la organización ciberespacial. Pero el primero se encuentra alimentado por los cibernautas, que son los sujetos sociales y cibernéticos que navegan como mínimo esos espacios virtuales dos o tres veces a la semana.
La estructura digital es el soporte material, en donde se interioriza el ciberespacio, el cual es una interacción organizacional compleja y virtual.
Estar conectado implica formar parte del ciberespacio, interactuar con éste, el cual también interactúa con el cibernauta. La conexión como estructura es una condición imprescindible para introducirse al sistema organizacional ciberespacial y para estudiar los efectos sociales que producen las navegaciones en los entornos reales.

El sujeto cibernavegante, de acuerdo a su estrategia, navegará por los confines del ciberespacio; muchos viven en el chateo, otros en los foros, en comunidades virtuales, en investigaciones, en informaciones educativas o de entretenimiento.
Es un sistema construido y alimentado por él y su entorno. Por lo tanto, el ciberespacio es producido por el sujeto; pero éste lo produce a él y le va formando un sentido nuevo a lo que era ante de ser cibernavegante. Su conectividad se convierte en una autoreproducción e innovación.

Ese proceso de conectividad por parte del cibernauta genera el orden y el desorden (diversidad de navegaciones), que es producido por la interacción, la participación activa. Él es productor y consumidor del ciberespacio, el cual se alimenta de las configuraciones, la interactividad, los hipervínculos, las imágenes, las informaciones y creaciones virtuales inventadas por éste.

En ese proceso se va padeciendo de entropía, en donde millones de blogs, website, comunidades virtuales mueren, duran un instante, pero otras van entrando, produciéndose de esta manera una regeneración permanente que le da vida en una simultaneidad de procesos entrópicos y sinérgicos.
Dichas partes pueden ser de relativa autonomía y pueden entrar en comunicación. Cada parte tiene la capacidad virtual de generar al todo.
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Punto de llegada

La complejidad en el ciberespacio está marcada por las navegaciones de más de mil seiscientos millones de cibernautas que viajan, como consumidores y productores, por sus confines, con más de 100 millones de Website, que son el conjunto de páginas que componen un determinado servicio o publicación.
En fin, el ciberespacio como totalidad-complejidad vive en constante agitación. Hoy existen 300 millones de personas con otras identidades en ese espacio virtual. De esos espacios virtuales se encuentra el de segunda vida (second life), que se ha ido entretejiendo a partir de las producciones educativas, científicas, culturales y de entretenimientos de los millones de cibernavagantes que viven con uno o varios avatares (otras identidades) en ese espacio digital.
Hoy podemos hablar del ciberespacio de la Internet 2, que es usado específicamente por centros universitarios y de investigaciones, relacionados con mundo científico.
En estos tiempos podemos hablar de la Web 2.0, que no es para especialistas de la tecnología de la información y del conocimiento, sino para el ciudadano común, con cierto grado de alfabetización. Además de los cien millones blogs que se han creado como producto de esta web 2.0, de los programas de código libre, la wikipedia, el wikilibro.
En la actualidad, según Technorati.com, una empresa que se dedica al registro de blogguers o bitácoras en el mundo, dice que hay registrados 80 millones de blogs, con tendencia a llegar a finales de 2008 a más de cien millones. La empresa Blogguer tiene unos mil cien millones de usuarios registrados y más de 90 millones de mensajes publicados en todos los idiomas
En el ciberespacio, que es el sistema en donde entra el sistema de la sociedad de la información y el conocimiento, cada sujeto le da un uso específico al blog o bitácora, ya sea periodístico, empresarial, científico, educativo o cultural.

En este espacio virtual se ha estado configurando un control social y cognitivo, tras el derrumbe de las torres gemelas el 11 de septiembre 2001. Se ha realizado lo que era tan sólo un experimento, lo biométrico como dispositivo de control político.
La biométrica como mecanismo de control social funciona basándose en la complejidad e identificación de los sujetos, por medio de las huellas digitales, las manos, el iris de los ojos, la cara, la voz y la firma. Con el uso de la biométrica se pueden controlar las principales características físicas de un sujeto y parte de su comportamiento cotidiano; por medio de esos controles se puede identificar si los datos de su vida son auténticos o falsos de acuerdo a lo que posee en el pasaporte, la licencia de conducir u otra identidad.
Es en este contexto complejo, lo enfatizo y reitero, que no se puede filosofar, pensar el mundo, sin reconocer que de éste ha ido emergiendo un cibermundo, el cual se edifica en otro espacio, el ciberespacio, otra realidad, la virtual, otra sociedad, la del conocimiento, lo cual no significa una exclusión o ruptura del primero con relación al segundo, más bien son una complementariedad, como parte de lo dialógico, lo interdisciplinario y transdiciplinario.


NOTAS:


[1] La complejidad como pensamiento y ciencia (Mitad del siglo XX) debe ser pensada como construcción permanente, apertura ante otros discursos simplificadores, por lo que dicho pensamiento no es un programa, un manual recetario, ni un método especifico, más bien propuesta, estrategia para comprender el universo y el arte de vivir.
Además de los discursos expuestos en este trabajo sobre la complejidad, existen otros relacionados con: Fractales, caos, autopoesis, que forma parte de ese paradigma. destacándose los filósofos y científicos F. Capra, I. Prigogine,Von Neumann , Niklas L.uhman, y Humberto Maturana y Francisco Varela.


[2] Esta teoría, pionera del pensamiento complejo, se remonta a mitad del siglo XX, su principal expositor es Claude Shannon, quien fundamenta su tesis en trasmitir, almacenar y procesar información. La producción de una comunicación debía tenerse en cuenta: fuente, codificador, mensaje, canal, decodificador, y receptor, a lo que se le agrega la fuente de ruido, considerado como la interferencia o la perturbación en la claridad de la transmisión de la informaciones, algo parecido a la estática en la comunicación visual y auditiva, que son influencias externas que dificultan la integridad de la comunicación y desvirtúa el mensaje para el receptor.

[3] Es a partir de los años sesenta del siglo XX que los avances de la cibernética y la computación electrónica, las matemáticas y la revolución científico- técnica, así como un importante conjunto de problemas científicos prácticos no resueltos, impulsaron la investigación por los derroteros de ruptura que en la década de los noventa comenzaron a agruparse bajo un denominador común: Complejidad.
Ver texto Hacia un nuevo saber. La bioética en la revolución contemporánea del saber. Carlos J. Delgado Díaz. Publicaciones Acuario Centro Felix Valera. La Habana, 2007



[4] .ver Edgar Morin. El método. La naturaleza de la naturaleza. Ediciones cátedra, S.A, 19981
El Método. El conocimiento del conocimiento. 1994
Este pensador y la valoración de su discurso complejo, se conocía en la mitad de la década de los ochentas, su influencia nos llegó en conversaciones con intelectuales como Andrés Molina, José Oviedo, y que también fue conocida en la escuela de filosofía, de la UASD, por Juan Pablo Uribe, Salomón Bastardo.
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[5] La sistémica dice Heinz von Foerster, parte de tres pilares fundamentales: la hermenéutica, la cibernética y la ética, en donde la teoría del lenguaje seria la misma hermenéutica en cuanto interpretación discursiva y articulada al sujeto.
Ver texto Sistémica elemental. Desde el punto de vista superior. Tercera reimpresión: abril de 2002. Medellín, Colombia. 80 Paginas y el texto: Pensar sistémico de Jose Antonio Garciandia . editorial pontificia Universidad Javeriana . 2005




[6] La autopoesis busca poner la autonomía del ser vivo al centro de la caracterización de la biología, y abre al mismo tiempo la posibilidad de considerar a los seres vivos como dotados de capacidades interpretativas desde su mismo origen. Es decir, permite ver que el fenómeno interpretativo es continuo desde el origen hasta su manifestación humana. Ver , La Máquinas y Seres Vivos. Autopoesis: La organización de lo vivo. Humberto Maturana y Francisco Varela. Editorial Universitaria, 2004. Argentina. P.52

[7 Para un estudio más amplio del ciberespacio, ver mi texto: La República Dominicana en el ciberespacio de Internet. Ensayo filosófico cibercultural y ciberespacial ( 1995-2007). Editora Búho, 2007. R.D


Enlace electrónico

Publicaciones sobre complejidad. www. Ergad Morin. Com. En dicha pagina encontrara diversos materiales relacionados al pensamiento complejo, como el Manual de iniciación Pedagógica al pensamiento complejo (2002) UNESCO.