jueves, 8 de marzo de 2012


                  Los hackers no son piratas
                                                                        IV
Cada vez que un movimiento o un hacker cibernético lanza un ciberataque en el ciberespacio, algunos medios de prensa los califican de piratas, creando con esto una confusión y un desconocimiento de lo que son las temáticas ciberespaciales, de los que son las relaciones políticas, económica y culturales que se mueven dentro de lo cibernético y que tienen repercusiones sociales.
Se oye decir que grupo de piratas se introdujeron en los sistemas computacionales del pentágono o que bloquearon determinada página de la red en el ciberespacio.
Varias veces hemos reiterado que los hackers no son piratas, que estos cibervaqueros tienen amplio dominio de la informática, algunos con cierto nivel filosófico y social.
Postulo una teoría filosófica de lo cibernético con lo social y el poder, en la que los hackers entran en una relación con el poder informático y que dependiendo de su accionar en el ciberespacio se pueden clasificar.
No es lo mismo el accionar del legendario hacker Kevin Mitnick que la del empresario Bill Gates. No son los mismos los movimientos de hackers chinos que constantemente enfrentan las redes computacionales de Japón, en recordación de la matanza de miles de chinos en la Segunda Guerra Mundial, que lo movimientos de hackers de extrema derecha que libran batallas cibernéticas desde los Estados Unidos contra la China e Irak.
Por lo tanto, encasillar a los hackers como piratas o separarlos de unos supuestos crackers es partir de una concepción instrumental de lo que es el poder de la informática, del poder de una sociedad afianzada en la información, en el conocimiento y en los controles digitales. 
El Diccionario de la Real Academia Española y el de Maria Moliner definen a los piratas como aquellos navegantes que se dedicaban a asaltar y robar los barcos en el mar, o también aquellos sujetos crueles y despiadados. Estas ideas de pirata han sido trasladadas mecánicamente para identificar a los hackers de la informática y del ciberespacio. Esta  concepción coloca a los hackers como sujetos que navegan por la Internet con el propósito de asaltar y robar informaciones a computadoras empresariales, estatales o de individuos. Pero esta visión de los hackers como si fuesen pirata no ha cuajado muy bien, ya que los mismos poderes empresariales y de los Estados de los principales países estructurados en lo cibernético, que se encargaron de poner a funcionar por los medios informativos esta idea de hackers como simples piratas a principio de los 90s, se han encargado de introducir una nueva variante. Tal es la de crackers, para calificar aquellos sujetos que supuestamente son saqueadores y desploman los sistemas computacionales de otros. Esta confusión ha permitido que estos poderes se queden con el término hackers, que son realmente aquellos que velan en el ciberespacio por la seguridad de las empresas, del comercio electrónico, de las transacciones bancarias y de los distintos departamentos de los Estados Unidos. Estos serían los hackers, que son opuestos a los crackers, o unos supuestos hackers malos.
Muchas empresas que tienen hackers de seguridad o mercenarios, clasifican dentro de una concepción dual al hacker: hacker malo y hacker bueno.
 Es decir, para muchos medios periodísticos electrónicos, los hackers son piratas, aunque ya los mismos poderes comerciales y políticos han insertado la variante de hacker y cracker. Con esta variante la idea de pirata como identificación única de lo que sería el hacker se desmigaja y crea más confusión entre aquellos que quieren darle un sentido único a la idea de hacker en el ciberespacio. Es de suma importancia que los periodistas de muchos medios de comunicación comprendan que en la elaboración de informaciones cibernéticas, deben tener un dominio claro de muchas de estas ideas, ya que estas forman parte de la cotidianidad de muchas sociedades sustentada en la información.
Por ende, muchos medios de comunicación cuando hablan de hacker como pirata están introduciendo en un mismo saco a los hacker empresarios, de seguridad de Estado, de Banco,  a los conservadores,  a los anarquistas, a los mercenarios, a los ciberterroristas , a los cibercriminales, en fin, a todos aquellos que pueden irrumpir en las computadoras de los otros con sólo violentar su clave de seguridad.
¿Y qué me pueden decir esos medios que manejan el término hacker como si fuesen pirata, acerca de los hackers que están bajo la cobija de una compañía de Estocolmo. Defcom-sec-com y que andan navegando por todas las empresas del mundo sin pedir permiso para demostrar que ellos pueden corregir fallos de seguridad en las empresas?
Esta clase de hacker es contratada por bancos y empresas con el objetivo de que les cuiden su sistema de información. Muchos de estos hackers que están en la compañía Defcom-sec-com ya se entrenaron por el mundo de la aventura, algunos fueron hackers rebeldes, y como rebeldes sin causa se dieron cuenta de que tenían más causa al ser parte de una empresa que les podía  convertir en millonarios. Este es el camino que les espera a muchos de los hackers, aunque otros serán artífices de su propio proyecto revolucionario en el ciberespacio. De una cosa se puede estar seguro y es que mientras haya ciberespacio habrá hackers de todas las especies, ya que estos son sujetos que tienen su estrategia en la Internet y que dependiendo de esta, se diferencian unos de los otros.

Nota: Este articulo fue escrito en el 18 de Marzo del 2000, en mi columna Temas ciberespaciales, en el desaparecido periódico El Siglo.  El hacktivismo, que se ha desarrollado en  la sociedad dominicana, todavía no tiene bien claro la relación hacker y la ciberpolítica con el mundo de  la política y sus diversas instancias de poder.