martes, 21 de octubre de 2014

La nación dominicana en la era del cibermundo

La nación dominicana en la era del cibermundo
Autor: Andrés Merejo
Localización: Anales del Museo de América, ISSN 1133-8741, ISSN-e 2340-5724, Nº. 21, 2013 , págs. 229-240
Idioma: español
Títulos paralelos:
The Dominican Nation in the era of the cyberworld
Texto completo (pdf)
Resumen
Español
Situar la sociedad dominicana en este siglo XXI nos plantea la búsqueda de estrategias de indagaciones complejas; esto es así porque los dominicanos entramos en varias formaciones sociales, económicas, políticas y culturales, que van desde la premodernización hasta la postmodernización, caracterizada por el mundo digital o cibermundo.
English
Placing the Dominican society in the 21st century require us to search for complex investigative because Dominicans are part of several social, economic, political and cultural structures, ranging from premodernización to pots-modernizacion, to latter characterized by the digital world or cyber world. Buscar en :La nación dominicana en la era del cibermundo - Dialnet

viernes, 3 de octubre de 2014

Nativos digitales abandonan el internet pero siguen en el ciberespacio

Nativos digitales abandonan el Internet pero siguen en el ciberespacio
A: Román García
Juan Pablo Uribe

En Hong Kong , miles de jóvenes manifestante liderado por un joven de apenas 17 años de edad.  Joshua Wong Chi-fung, que  en el 2011 encabezó las protestas de manera exitosa contra el proyecto de una asignatura de Educación patriótica china en las escuelas de Hong Kong.
El centro de Hong Kong lleva cinco días tomado por miles de nativos digitales y de ciudadanos que exigen el sufragio universal de sus candidatos al Ejecutivo regional para las elecciones del 2017 y no a la elección de unos candidatos previamente seleccionados por el Gobierno central chino.
 “Occupy Central”, es el movimiento civil convocante de la campaña de desobediencia ciudadana en Hong Kong y que está operando con la aplicación FireChat, que es una  red basada en  p2p (peer-to-peer) que permite a los sujetos cibernéticos comunicarse, compartir informaciones, intercambios de mensajes entre dispositivos próximos, en un radio de 70 metros sin necesidad de un servidor central que facilite la comunicación. Esto sin tener conexión a internet, a wifi, ni a redes de telefonías, que son controlados por el Gobierno central de chino.
Este tipo de navegación y otras que se dan en red de computadores interconectados, entre pares (P2P), permite el intercambio directo de información entre los cibernautas, es una forma de evadir el control digital del Gobierno central chino, el cual piensa, que controlando o desconectando el internet desactivaría a estos movimientos de protestas, impidiéndoles que interactúen.  Gran error político, porque el ciberespacio no es el internet, aunque este último lo contenga.
La aplicación FireChat utilizada por miles de jóvenes en Hong Kong, funciona como mensajería en el ciberespacio, una especie de Whatsapp, aunque limitado por su campo de acción, con las características que no necesita registrarte para utilizar dicha aplicación, de esa forma los cibernautas pueden navegar en el anonimato, evadir el control del poder digital, que siempre ha estado buscando mecanismo de control del ciberespacio a través  de internet.    
En tal sentido ( ver nota,2008)  el ciberespacio designa el espacio virtual de interactividad entre diversos medios de comunicación (ordenador, teléfono, televisor inteligente). La realidad tiende a esfumarse: Espacio físico, cuerpo, lugar, frontera y realidad tienen existencia simulada y producen imaginarios virtuales en donde el sexo, la edad, el tiempo, la vida se trasforman.
Lo ciberespacial es virtual y lo virtual esfuma lo real, mientras que la red  de internet, es real, plataforma material de control de esa virtualidad ciberespacial.  Tal confusión entre el ciberespacio y el internet, viene de los sistemas de poder empresariales informático, que tienen como estrategia el que los sujetos sean simples usuarios consumidores de paquetes informáticos.
El ciberespacio es un emergente tejido social, que descansa en diversas  redes como son   internet, freenet, firechat  u otras, produciendo diálogos flexibles entres los seres humanos, cambiando percepciones, espacios públicos, porque se han modificado interacciones sociales tradicionales por otras que brotan de las pantallas, de las virtualidades y no de realidades.
De ahí, que hoy se valore lo que es la freenet, una red distinta a internet, que se diferencia en cuanto a que no hay un lugar físico para localizar a sus miembros, ya que no tienen servidores. Por eso, que no se les pueda aplicar ninguna ley. En cambio la internet, tiene servidores centrales, restricciones en sus interconexiones, envío de informaciones y la trasmisiones de mensajerías instantánea.
. Freenet, se encuentra configurada para la diseminación de información en el ciberespacio, sin restricciones, descentralizada, contrario a internet que tiene estrategias de control y centralización.
Es la interfaz web de Freenet que puede ser accedida mediante el uso de cualquier navegador web. Frost, foros de mensajes traducidos a varios idiomas. Su funcionamiento, permite el intercambio de textos y otros materiales, sin censura.  En freenet cada computadora es a la vez receptor, que recibe la información al mismo tiempo que servidor, que almacena y emite información, muchas de estas informaciones provienen de hackers de corte libertario, ya que dicha red, está diseñada por sujetos que tienen la capacidad para producir contenido.  La información no tiene censura, ya que ésta se expande como un virus informático por toda la red, freenet.  A diferencia del internet, en freenet está prohibido prohibir. Nadie sabe quien creó la información y en dónde está almacenada. Ian Clarke, un programador de Inglaterra, ideó hace unos 10 años a Freenet para diferenciarse de la red de internet, ambas redes convergen en el ciberespacio, por lo que tendríamos que hablar del ciberespacio de internet y freenet. 
1996 John Perry Barlow, escribió la declaración de la independencia del ciberespacio:
Gobiernos del mundo Industrial.
Vengo del ciberespacio, el nuevo hogar de la mente.
El ciberespacio no se halla dentro de vuestras fronteras.
No penséis en poder construirlo, como si fuera un proyecto público de
Construcción.
El ciberespacio está formado por transacciones, relaciones en sí mismos, que se extienden.
Como  una quieta ola en la telaraña de nuestras comunicaciones.
Nuestro mundo está a la vez en todas partes y en ninguna parte, pero no está donde viven los cuerpos.

Nota: Estas  concepciones filosóficas sobre el ciberespacio, se encuentran en mi conferencia: El ciberespacio entresijo de lo virtual. Como parte del congreso de Filosofía. ¿La realidad virtual es real? 6-8 Diciembre de 2008. Sociedad Asturiana de Filosofía (España). Coordinado por el intelectual y filósofo Román García: http://www.revistadefilosofia.org/24-08.pdf. (2009).



miércoles, 3 de septiembre de 2014

EL CIBERMUNDO COMO REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA, CIENTÍFICA Y
FILOSÓFICA
THETECHNOLOGICAL REVOLUTIONAS CYBERWORLD,SCIENTIFIC,ANDPHILOSOPHICAL
Doctor. Andrés Merejo.
Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)
Introducción
         Se pretende dar una visión de la tecnología como interrelación con la ciencia y el conocimiento, que entraría en el plano de la tecno-ciencia la cual ha estado configurando un mundo cibernético, el cibermundo. Se pretende transcender lo meramente artesanal, lo técnico, como simpleza de una perspectiva filosófica que no comprende lo virtual, los entramados ciberespaciales que se colocan más allá de la red de redes,
REVISTADEFILOSOFIA.COM

sábado, 12 de julio de 2014

El Cibermundo entramados de redes de poderes virtuales



La revolución tecnológica y social que se ha estado produciendo desde la década de los 60 del siglo XX tiene una peculiaridad con relación a las otras revoluciones que se han dado y esto tiene que ver con la tecnociencia, el conocimiento,  con nueva forma de hacer política, la ciberpolítica y la implicación de la ciberguerra con su estrategia de poder digital y sus relaciones con la cultura del hackeactivismo,.
Es por eso, que a cada segundo en el cibermundo, se producen escenarios de ciberataques, los cuales pasan desapercibidos para la mayoría de los sujetos cibernéticos, para lo que viven exclusivo en el mundo no digital estos ni existen.
De ahí, que en estos tiempos cibernéticos,  se  puedan visualizar los diversos ataques entre los principales países del cibermundo. En menos de 24 horas Millones de intentos de hackeos  les suceden al pentágono.
Estos ciberataques, enfrentamientos entre los poderes digitales y sus ejércitos de hackers, nos lo presenta la empresa de antivirus  Kaspersky en el vídeo que presento más abajo.















jueves, 3 de julio de 2014

                                                    Elegía  a la privacidad




En el cibermundo, en sus entramados ciberculturales lo privado se ha ido esfumando enredándose en lo público, dejando en el sujeto social vestigios de privacidad en lo más recóndito de su ser, quizá lo que atente contra su propia existencia.  Lo demás es  público, fascinación de sentirse noticia, acontecimiento de lo virtual. Despojo de su intrahistoria de vida y desplegándose a envolturas de imágenes en redes sociales como: blogs, Facebook, My Space, Twitter, Tuenti, que  han puesto en el escenario ciberespacial lo privado.

Escenario de la vida privada como pública en las redes sociales virtuales se ha convertido en un acto de presencia, de acontecimiento, de que se está ahí, en el momento requerido y compartido por los otros online que expresan su vida íntima.
Los sujetos cibernéticos, son actores, no espectadores del mundo de lo virtual, una franja de estos, específicamente de los nativos digitales, en su inmensa mayoría viven en la cibervida como si la real no existiese.
 En el cibermundo los inmigrantes digitales, la vida les ha transcurrido offline, lo que no se significa que  una ínfima minoría no viva con pasión en el ciberespacio como si fuese la vida real.
Sin embargo, estos sujetos cibernéticos a igual que otros , como lo cibertrabajadores, han ido dejando trazo de su vida, que hay mirar atrás, es una despida a la privacidad, tal como la hemos estudiado desde la filosofía  griega hasta la modernidad del siglo XX


De ahí, que vivimos cada días, despidiendo a la privacidad, es un adiós irreversible, la entrega al ciberespacio no es por obligación, sino por necesidad, de lo contrario no hay existencia, sino sombra de soledad, que los encuentros virtuales ha transformado en solidaridad, empatía de los sujetos cibernético  sin frontera.

viernes, 27 de junio de 2014

Presentación del libro: Hackers y filosofía de la ciberpolítica, en Marzo  (2012).  Por Diógenes Céspedes


La obra que circula esta tarde en manos de los lectores, titulada Hackers y filosofía de la ciberpolítica (SD: Búho, 2012), es pionera en el país en la amplia temática que abarca, pero cuya especificidad consiste en ofrecer a los lectores un amplio panorama de la cibernética, la Internet, el cibermundo y el ciberespacio, pero al mismo tiempo un análisis de las implicaciones epistemológicas y políticas de estas disciplinas virtuales y de los conceptos que les son propios.Desde los años 80 del siglo pasado hemos asistido a la lectura de artículos de periódicos sobre las computadores y el Internet, pero trabajos esporádicos que se quedaban en la simple información instrumental acerca de cómo sacarle el mejor provecho, sobre las piezas y repuestos, los puntos de venta y los cursillos que ofrecían innumerables centros de educación para que el futuro estudiante aprendiera el manejo de la computadora y el dominio de los sistemas operativos y los programas. En aquellos años 80 del siglo XX, tener una computadora, dominar los sistemas operativos y los programas, era visto como una panacea para el acceso a los empleos en el mundo empresarial y financiero. No se traspasaba este límite.
Pero mi estancia en Nueva York entre 1996 y 1997 y mi encuentro con Andrés Merejo en aquella urbe y el mundo en el cual él estaba metido de cabeza, me hicieron comprender la vastedad de la Internet y las múltiples posibilidades que esta abría a los dueños de computadores en la República Dominicana, usados hasta aquel momento como un instrumento de trabajo que había sustituido a la máquina de escribir.
No, ahora, las miles de oportunidades que abría la Internet a través de la red de redes, es decir, el ciberespacio y el cibermundo, eran infinitas, pero también se abrió la posibilidad de implementar junto a este mundo de la ciencia del conocimiento y la información, una nueva disciplina: la epistemología de este nuevo conocimiento y una nueva ética política de esa actividad propia de un sujeto nuevo que emergía: el sujeto cibernético.A mi regreso a Santo Domingo en 1997, apenas un año después me correspondió el honor de que Osvaldo Santana, a la sazón director del diario El Siglo, me propusiera crear y dirigir un suplemento cultural que apareció el 27 de junio de 1998 con el nombre de Cultura del Siglo. Ese fue el título connotativo que tuvo para mí dicho suplemento, una oportunidad maravillosa de buscar yo mismo los colaboradores del suplemento, con un pago entre 1000 y 1500 pesos por colaboración. Lo jamás visto en los anales de los suplementos culturales en nuestro país.
Cuando comencé la organización del suplemento, unos tres meses antes de su aparición, llamé a Andrés Merejo para que se ocupara de una columna semanal dedicada únicamente a informar y analizar para los lectores de Cultura del Siglo todo lo que estaba ocurriendo a escala mundial en el cibermundo, el ciberespacio, la red de redes, la bibliografía más importante sobre estos temas y los autores que él entendía eran los más críticos y versados en este campo preñado de improvisadores y narcisistas, pero también de ingenuos y oportunistas.Merejo llenó cabalmente su contenido como articulista de estos temas y el libro que ustedes leerán dentro de poco es un corpus minúsculo seleccionado del conjunto de trabajos que publicó en Cultura del Siglo todos los sábados, desde el 27 de junio de 1998 hasta el cierre del suplemento en octubre de 2001.Merejo es, pues, el introductor de una nueva disciplina y un nuevo conocimiento que no existía en la cultura dominicana hasta 1998: la cibernética, el cibermundo y el ciberespacio, su epistemología y su ética política y creador, además, de una nueva categoría social, el sujeto cibernético, el cual ha sido añadido a los 13 tipos de sujetos que Henri Meschonnic enumeró, definió y analizó en su segundo libro publicado en Santo Domingo en 2000 por la Feria del Libro con el título de Crisis del signo. Política del ritmo y teoría del lenguaje.
El aporte de Merejo a la cultura informática y cibernética dominicana ha tenido el doble mérito de la realización de sus estudios sobre estos temas y sobre la astrofísica en los Estados Unidos y su total aclimatación a la especificidad de un país infopobre como lo es la República Dominicana. Y este trabajo de transformación de una práctica que él encontró en su sociedad no hubiese sido posible si Merejo no hubiese hecho una alianza con el discurso teórico de la poética meschonniciana, pues jamás hubiese podido reflexionar acerca de lo que es el sujeto, concepto clave para fundar un discurso crítico del mundo contemporáneo y sus prácticas sociales.
Un libro previo de Merejo titulado La vida americana en el siglo XXI (SD: De Colores, 1998) le sirvió de base y experiencia para acceder a lo empírico de la vida dominicana tanto en el siglo XX como en lo que va del XXI. Pero nuestro autor se ha nutrido también, reconociéndoles los aportes y las fallas, de los grandes intelectuales de ambos siglos, tales como Daniel Bell, Manuel Castells, Alvin y Heidi Toffler, Nocholas Negroponte, Francis Fukuyama, Gilles Lipovetsky, Octavio Paz, Giovanni Sartori, Paul Virilio, Jean Baudrillard, Luis Joyanes,Vivianne Forrester, Peter Drucker, Bill Gates, Michel Foucault, Mark Minasi,  Alain Minc, y otros con quienes dialoga en una obra anterior titulada La República Dominicana en el ciberespacio de la Internet. Ensayo filosófico cibercultural y cibersocial (1995-2007), publicada en la Editora Búho en 2007, así como posteriormente en su tesis doctoral sobre Filosofía en un mundo global defendida en 2011 en la Universidad del País Vasco.
Y ha sabido también Merejo dialogar con los intelectuales dominicanos que han asumido, con o sin crítica epistemológica, el discurso de la cibernética,  la Internet, el cibermundo y el ciberespacio, tales como Leonel Fernández, Andrés L. Mateo, Manuel Núñez, Manuel Matos Moquete, Marcio Veloz Maggiolo, Cándido Gerón, José Rafael Lantigua y quien les dirige la palabra. Estos nativos, y los extranjeros citados en el párrafo anterior, son los interlocutores con quien Merejo dialoga, discute y sitúa las ideologías de los discursos que estos sujetos han producido acerca de los temas ciberespaciales, como se denominó la columna del autor en La Cultura del Siglo.
Esta obra de Andrés Merejo se caracteriza, pues, por el abordaje de los temas filosóficos, epistemológicos y éticos aplicados al funcionamiento del mundo cibernético y ciberespacial en nuestro país. Por esta razón encontraremos puntos de vista críticos acerca de la era cibernética y las zonas grises dominicanas, un debate sobre la diáspora dominicana y su pertenencia a nuestra “nación”, una discusión sobre Fukuyama y su discurso teleológico del fin de la historia, las razones por las cuales nuestro país forma parte de la sociedad de la información, el espionaje electrónico en nuestros procesos electorales con sus ejemplos al canto, el tema de nuestros políticos virtuales, la ética del informático, las consecuencias del navegar por la red de redes sin objetivo específico, los diferentes tipos de hackers, cómo se han creado los virus informáticos más peligrosos y los efectos que han producido, las consecuencias de las luchas comerciales entre los gigantes de la Internet como Bill Gates y Steve Jobs y otros empresarios informáticos, así como la posición del gobierno norteamericano en el conflicto y, finalmente, cómo la creación de la triple doble uve (WWW) ha atenuado los efectos devastadores de los virus informáticos.No entro en los detalles y las respuestas a la discusión de estos temas trabajados por Andrés Merejo para no contarles la película completa y dejar así que sean ustedes mismos, cuando lean la obra, quienes descubran el pensamiento del autor y su obra.

miércoles, 18 de junio de 2014

Los dominicanos excluidos


La tecnología de la información y del conocimiento se encuentra en el centro de la transformación económica y educativa del cibermundo, en donde las formas de organización, producción y comercialización tienen el sello de la cibercultura, de los entornos virtuales educativos, de los teléfonos móviles, de las agendas electrónicas y las redes sociales, como Facebook y Twitter; las cuales se expanden gracias a los avances de la filosofía tecnocientífica, cibernética y ciberespacial.

En este contexto los dominicanos han estado insertándose en la sociedad de la información y el conocimiento (cibermundo).Aunque la sociedad dominicana se ha estado insertando en el desarrollo tecnológico, económico y social, no por eso ha dejado el clientelismo, el patrimonialismo de Estado, la sobrevivencia en un medio de precariedades de servicios (electricidad, salud, agua, vivienda, educación).

Es por eso que el proceso de inserción al cibermundo tiene que ser  asumido por una política de Estado, con una estrategia definida, en cuanto a comprender que hay ciudadanos y ciudadanas que tienen acceso a la modernización tecnológica y otros no.
A los dominicanos excluidos del espacio de la modernidad y del ciberespacio de la postmodernidad no solo les ha caído la miseria social, de precariedades económicas como resultado de la modernización, sino que además les ha caído la infopobreza como resultado de la postmodernización .
Los dominicanos  que viven en este territorio o allende de otros mares, pero excluidos de esos espacios,  se encuentran perdidos en los confine del pasado, del mundo premoderno y de la prepolítica, en donde el concepto ciudadanía no existe.


martes, 3 de junio de 2014

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ACADÉMICO UASD RECIBE DE CULTURA PREMIO DE ENSAYO CIENTÍFICO




La Nación, Diario digital
El profesor y  escritor de la Facultad de Humanidades de la Universidad Autónoma de Santo Domingo  (UASD),  maestro Andrés Merejo, recibió   del Ministerio de Cultura de la República Dominicana el premio correspondiente a la categoría Ensayo Científico, por su inédita obra “La era del cibermundo”.
Este galardón otorgado al catedrático uasdiano forma parte de los “Premios Anuales de Literatura 2013” que entrega cada año el citado Ministerio a través de la Dirección de Gestión Literaria, en los géneros cuento, novela, literatura infanto-juvenil, poesía, historia, ensayo y teatro.
El maestro Merejo es filósofo, especialista en Ciencia, Tecnología y Sociedad,  posee un PhD en Filosofía en un Mundo Global, de la Universidad del País Vasco y ha recibido varios reconocimientos nacionales e internacionales.
Señaló el autor  que la obra  galardonada es fruto  de una  investigación de más  de dos décadas sobre el mundo cibernético que estamos viviendo y que nos ha  dado el conocimiento de la ciencia y las distintas revoluciones.
Asimismo, destacó que el libro constituye un  paradigma cibermundialque funde lo tecnológico, lo científico y lo social, en donde se abordan las dimensiones filosóficas e históricas del mundo global y se fusionan lo tecnológico, lo científico y lo social.
También explicó que en  el texto se identifican los principales líderes del mundo y de los partidos emergentes que han triunfado por su capacidad en ciberpolítica, la importancia del voto electrónico, sus modalidades y países que lo utilizan,  la generación net, los nativos digitales, los hackers, los entornos virtuales educativos, la cibercultura, lo público y lo privado en el cibermundo.
Además de “La era del cibermundo” el maestro Merejo  ha publicado varias obras, entre las que destacan “La vida Americana en el siglo XXI” (1998), “Cuentos virtuales en New York”,  (2002), “Conversaciones en lago” , (2005 y  2008), “El ciberespacio de Internet en la República Dominicana”,  (2007), Hacker de la ciberpolitica (2012), entre otras.

sábado, 31 de mayo de 2014

El sujeto cibernético.



Este trabajo es Extraído del libro de Diógenes Céspedes, El sujeto dominicano. Estudios acerca de su especificidad. Santo Domingo: Editora Universitaria de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, 2011, pp. 445-448.

El sujeto cibernético , que analiza Céspedes, se encuentra en el texto:La era del cibermundo,  el cual ha ganado el premio nacional de ensayo cientifico.

Capítulo 13*
El sujeto cibernético
Hace exactamente diez años que Henri Meschonnic [62] estableció una serie de trece sujetos en cualquier sociedad y dejó el camino abierto a otros investigadores para que ampliaran al máximo la lista, lo cual es posible si se sigue el postulado del propio autor francés en el sentido de que en una cultura existe la misma cantidad de sujetos y de  prácticas sociales.
En un trabajo de los noventa, esbocé una teoría del sujeto pedagógico y del sujeto estudiantil, al analizar la práctica política y social del profesorado y el estudiantado que interactúa en la escuela secundaria y en la universidad [63]. Actualmente trabajo en la especificidad del sujeto sindical  y su relación indisoluble con el sujeto obrero con el objetivo de afinar la teoría del sujeto obrero comenzada en Ideas filosóficas, discurso sindical y mitos cotidianos en Santo Domingo [64].
Andrés Merejo ha trabajado, desde la filosofía y la informática, la especificidad de lo que él ha denominado sujeto cibernético, inseparable de la ética, o a partir de lo establecido por Meschonnic con los trece sujetos. Para el investigador Merejo, “en el cibermundo, el sujeto se mueve dentro de relaciones sociales, económicas y ciberespaciales, mediatizadas por las imágenes y lo virtual y por “sus dimensiones sociales tecnológicas” [65]. Parta el autor, lo que convierte a un sujeto social en sujeto cibernético es el hecho de “navegar [por la red de redes] una vez por semana, cuatro u ocho veces al mes, cincuenta o cien veces al año”, “es decir, en sujeto que tiene el ciberespacio como fuente de trabajo, de investigación o pasatiempo.”
Merejo distingue “en la franja de sujetos cibernéticos, varias tipologías que son referentes sociales en el cibermundo: los jóvenes net y nativos digitales, hackers, los teletrabjadores y los ciberpolíticos.” Dentro de esta esfera, el autor define el espacio donde se mueven estos sujetos: el cibermundo, que es lo real, opuesto al ciberespacio, que es lo virtual, ambos en interrelación dialéctica, pero que no pueden confundirse.
Si en el 2008 se había contabilizado la cifra de un millón 574 mil 313 cibernautas, en 2009 ascendió 1.596.270.108.  Esto augura que para el año 2010 puede alcanzar los dos mil millones, tendencia de crecimiento irreversible puesto que ya ningún poder político puede darle marcha atrás al ciberespacio y al cibermundo ni a la internet o red de redes en la cual descansan. Es imposible volver a la era de la galaxia Gutenberg.
La cibernética del primer orden excluyó al sujeto y se contrajo a lo puramente tecnológico. Fue la era de Shannon y Norbert Wierner. Con la cibernética del segundo orden (Förster) es que el sujeto (implicado, no teorizado) emerge como individuo que puede observar y controlar el objeto (la computadora, su hardware y su software) y producir un discurso crítico con respecto la teoría cientificista y técnica que se queda estrictamente en lo instrumental y no pasa a la construcción posible de una epistemología de la práctica de los dos órdenes cibernéticos. Esta epistemología, al ser un discurso crítico que controla los conceptos en que se fundan los dos órdenes cibernéticos, es radicalmente histórica y radicalmente política.
Por el hecho mismo de que los dos órdenes cibernéticos son inseparables del sujeto, pues cumulan lo que Meschonnic llamó  el cuarto tipo de sujeto (el de la dominación de los otros) y el sexto tipo de sujeto (el de la dominación de las cosas) encarnado por el inventor de las técnicas, urge pues construir una teoría de lo político que funde la libertad y no la dominación en el sujeto cibernético.
Esta teoría de lo político en el sujeto cibernético es inseparable de la práctica y la teoría del poder, pero antes es preciso relacionar esa teoría del poder con los cinco instrumentalismos y los seis paradigmas constituyentes del signo [66]. Tal relación es histórica porque el sujeto es único, individual, social, múltiple y contradictorio y estas características le llevan a asumir diferentes planos en la sociedad según la práctica que realice en un tiempo-espacio determinado.
La asunción temporal de uno cualquiera de estos planos o roles por un sujeto está atada a su pertenencia de clase (por ejemplo, un sujeto pequeño burgués o burgués, por el hecho de convertirse en revolucionario en un proceso de transformación social no pierde su pertenencia de clase), pero sí puede perder la posición que ocupaba en la sociedad con respecto a las relaciones sociales de producción, es decir, si es o no propietario de medios de producción. 
Importa mucho, pues, que el sujeto, para serlo, y para desdoblarse en sujeto cibernético, posea una conciencia crítica de lo primero (su condición de sujeto) a fin de asumir lo segundo (crítica a la cibernética) sin que la ideología instrumental del primer orden cibernético lo atrape y pase a convertirse en un simple usuario incapaz de situar los efectos políticos e ideológicos que se derivan de los productos de la técnica, la informática y la red de redes.
Este conocimiento de los procesos técnicos empalma con el tipo de sujeto número cinco, es decir,  “el sujeto del conocimiento de las cosas –del saber, de la ciencia”- enunciado por Meschonnic,  pero fundamentalmente todos los tipos de sujetos no lo son si no son primero sujetos número uno, es decir, un “sujeto filosófico, consciente-unitario, voluntario, que inventa la distinción entre sujeto y objeto” (op. cit., p. 21).
[62] Véase Crisis del signo. Política del ritmo y teoría del lenguaje. Santo Domingo: Ferilibro, 2000, pp. 21-22.
[63] Véase “La enseñanza de la literatura en la escuela secundaria y la Universidad, ¿valor o ideología?, en Ponencias del Congreso Crítico de Literatura Dominicana. Santo domingo: De Colores, 1994, pp. 229-254.
64) Santo Domingo: De Colores, 1984.
[65] Véase su tesis doctoral titulada La era del cibermundo: caso de estudio de la República Dominicana (inédita). Bilbao: Universidad del País Vasco, 2010.
[66] Meschonnic, op. cit., pp. 18-20- Los cinco instrumentalismos son el lingüístico, el lógico, el social, el literario y artístico, y el político, este último, culminación de los anteriores. Véalos definidos en la revista Cuadernos de Poética (1985): 11-12) pues son inseparables de los seis paradigmas que constituyen el signo: el paradigma lingüístico, el paradigma antropológico, el paradigma filosófico, el paradigma teológico, el paradigma social y el paradigma político.

(*) 



sábado, 10 de mayo de 2014

El capitalismo en el siglo XXI,

El capitalismo en el siglo XXI, un régimen económico, político y social que mantiene en vigencia el pasamiento científico de Carlos Marx, quien fundamentó su crítica en la miseria espiritual y la concentración de la riqueza material en una minoría social. Thomas Piketty en su obra: El Capitalismo del siglo XXI (2014), sustenta parte de la tesis marxiana sobre la desigualdad social y económica de dicho régimen. Como puntualiza Rubistein: La obra de Piketty, a la cual hizo ya referencia Pascal Beltrán del Río, ataca al desigual capitalismo destinado a serintolerable, conformado por una minoría cada vez más rica y una mayoría cada vez más pobre. La tesis de Piketty es que en el actual sistema económico, la riqueza heredada siempre tendrá más valor que lo que un individuo pueda ganar en su vida, que el capitalismo es incompatible con la democracia y con la justicia social y que los ricos deberían pagar hasta 80% de impuestos, más otro impuesto a la riqueza de hasta 10% anual a cargo de las principales fortunas de cada país. Piketty propone incrementar el gasto público hasta niveles de 66% del PIB: “Las administraciones actuales sólo consumen la mitad del ingreso nacional, por lo que debe organizarse un Estado que maneje recursos por valor de dos terceras partes del PIB”. (Ver su reflexión sobre esta temática.)