El imperio del BlackBerry caerá, ya el iphone 4, ha puesto en baja las
acciones de Research in Motion, que es la empresa canadiense que fabrica este
teléfono celular, pero esto no significará una hecatombe para los dueños de
dicha empresa y no debe ser objeto de preocupación para los cibernautas del
cibermundo.
El
ciberespacio sin asidero en lo real, sino en las interconexiones de millones y
millones de computadoras y teléfonos celulares se ha estado confundiendo con los
dispositivos que permiten su apertura.
Se
ha estado pensando que el dispositivo digital (BlackBerry) es el ciberespacio,
cuando este es un celular que nos ofrece la entrada al ciberespacio como lo hace el iphone,
Motorola entre otros.
Hay que entender que a un producto tecnológico le sucederá otro, o mejor
dicho predomina otros, sin embargo la mensajeria de textos, email, redes
sociales como facebook, twirte, en fin la entrada al ciberespacio es resultado
de la estructura digital, del soporte material, que brindan las diversas
empresas de teléfonos celulares.
La mayoría de cibernautas que tienen Blackberry no comprenden que este
móvil no lo hace mayor o menor cibernavegante, ya que las estrategias de las
navegaciones no está en el dispositivo, sino en la capacidad intelectual y
educativa que se tiene sobre los entornos virtuales que se encuentran en las
hondonadas del ciberespacio.
En la era del cibermundo se vive en la cultura de la moda y de lo ligero (Light), el tiempo de lo instantáneo,
de realidades híbridas, virtual y física; además en la lucha por no envejecer, lo
cual lleva al desmonte del cuerpo, a desarmarlo, a no ser el mismo. Caerá el
BlackBerry, pero se configuran otras modalidades, no será el mismo, de ahí, que
las depresiones o el desencanto por parte de los sujetos cibernéticos sobre
este dispositivo es momentánea, por lo
que seguirán los rostros apresurados y adornados de estatus social que vive en
la imagen de la tecnología digital y no en la formación y la creatividad de sus
entornos virtuales que lo hacen vivir un tiempo diferente al de la
instantaneidad.
Sobre ese tiempo no instantáneo
han escrito los filósofos y los poetas, que es el tiempo de lo perdurable ante
ese Imperio de lo efímero (1990) como
diría Gille Lipovesky, que es un tiempo
del sistema digital del cibermundo, que arrastra la innovación y la aceleración
de los espacios virtuales frente a los reales.
Por eso en la era del cibermundo, el 90% de los productos digitales tienden a ser desplazados cada 5 o 10 años por otros que
tienen nuevas formas estructurales.
En el cibermundo la innovación, el tiempo es instantáneo, no cubre el
real, sino el del ciberespacio. Pero como la complejidad cibernética no anula
el espacio y el tiempo real, debemos pensar en el ámbito de lo complejo y recrear
lo que dice Luis Borge, en su texto Otras
Inquisiciones: Negar la sucesión
temporal, negar el yo, negar el universo astronómico, son desesperaciones
aparentes y consuelos secretos. Nuestro destino no es espantoso por irreal; es
espantoso porque es irreversible y de hierro. El tiempo es la sustancia de que
estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero soy el río; es un tigre
que me destroza pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume, pero yo soy
el fuego. El Mundo, desgraciadamente, es real, yo desgraciadamente no soy
virtual, soy Andrés Merejo, quien
escribe sobre lo virtual y perdurara en este, pero no en lo real.
2 comentarios:
El ciberespacio o espacio cibernético se fundamenta en el acceso a los entornos virtuales. BlackBerry, igual que otras empresas de telecomunicaciones, ha combinado el celular con esa posibilidad de accesar a la información (enviarla, recibirla, apropiarse o informarse). Ahora está de moda, como otros estuvieron anteriormente. Y de igual forma, aparecerá, más pronto de lo esparado, otro aparato más sofisticado, con mayor calidad y de menor manejo que lo ha de sustituir. "Todo cambia" dijo Heráclito.
De menor manejo,quiere decir de más fácil manejo.
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