miércoles, 6 de febrero de 2013

Barack Obama y los entramados de la ciberguerra





Los principales diarios del planeta informaron a inicio de esta semana de febrero 2013 que el presidente Barack Obama contará con la autoridad para ordenar un ataque cibernético en caso de que Estados Unidos detecte una posible amenaza desde el extranjero.
Tal apreciaciones aparecen en el periódico español, El País y en otros medios como el Financial Times, The New York Times, The Wall Street Journal, que difundieron los entramados de la ciberguerra y el poder especial del Presidente norteamericano para, junto con el Pentágono, asumir el mando de una ciberguerra.
Dicho panorama en cuanto a que no se puede dar una lectura política, sino ciberpolítica, se manifiesta de manera compleja. En tal sentido, les dejo con una síntesis de unos de mi trabajos sobre ciberguerra, el cual publiqué en mi columna “Temas ciberespaciales”, en el 1999, y que se encuentra en mi libro Hacker, filosofía de la ciberpolitica.

La ciberguerra como nueva forma de  guerra

En estos días que corren han aumentado las preocupaciones por parte de los estrategas militares del Pentágono sobre los sujetos ciber terroristas que buscan los mecanismos necesarios que puedan hacer volar en mil pedazos  redes electrónicas  militares que contengan  códigos operacionales de diversas bases nucleares. Las incursiones de hackers o magos de la informática a las oficinas del Pentágono norteamericano se dan a cada momento.
Muchas de estas incursiones pueden darse por ciber intrusos  que no tienen una estrategia política especifica que les permita trascender el simple curiosear.
En cambio  hay otros como el  hacker o vaquero mercenario que solo le interesa robar información para venderla a cualquier nación, caso China, Iraq, Libia, Yugoslavia, entre otras. La mayoría de los ciber terroristas podrían proceder de estas regiones. El problema, no obstante, es que las principales potencias mundiales se muestran preocupadas por todas estas nuevas formas de luchas que se han ido poco a poco insertando en el ciberespacio, dando como resultado una  forma distinta de guerra, la llamada ciberguerra, 
En este siglo XX se han dado dos guerras mundiales, en la que murieron millones y millones de seres humanos, aparte de otras guerras que sumadas entre todas  han dejado millones de muertos. Pero como nos dicen Alvin y Heidi Toffler  en su texto  Las Guerras del Futuro (1997:97): “Durante  1991, en los cielos nocturnos y en las arenas del desierto de Oriente próximo, ocurrió algo que el  mundo no había visto  desde hacía trescientos años: La aparición de una nueva forma de guerra que reflejaba nítidamente un sistema innovador (…) Esta fue la guerra del Golfo Pérsico, en la que Iraq  se enfrentaba a los Estados Unidos junto a otras potencias del mundo. Dicha guerra: “aparecía en nuestras pantallas de televisión como la veían en los monitores electrónicos los pilotos y los soldados que la libraban.” (Ibíd., 101)
No obstante a esto, los Toffler  jamás pensaron que el ciberespacio (Internet) se convertiría también en unos de los  campos de batalla de  las verdaderas guerras del futuro.
Las tácticas y estrategias, los ataques y contraataques que Mao Set Dong utilizaba en su guerra de guerrillas en los años 40 parecen que penetraran todo el  ciberespacio, en donde un ciberataque a redes computarizadas de una empresa importante puede ser mortal para un país. Sin imaginarse los sistemas computarizados de puentes, trenes, plantas nucleares, que pueden ser dislocados y producir  caos social de consecuencias impredecibles. A esas  situaciones es que la Agencia Central de Inteligencia americana (CIA) y la seguridad del Pentágono Norteamericano les temen.  
10 /4/ 1999