jueves, 22 de marzo de 2012

Las campañas electorales en República Dominicana y el espionaje electrónico (hackers)



Sobre los fraudes electorales del 1990 contra el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y en 1994 contra el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) desde hace tiempo vengo indagando la posibilidad de que ambos procesos de votaciones fueron alterados en parte por hackers o cibervaqueros de la informática.

Las alteraciones en el conteo de los votos electorales  en el sistema computarizado, a nivel cuantitativo, tuvieron como objetivo favorecer la candidatura del doctor Balaguer en esos dos certámenes electorales. Estos tipos de procedimientos fraudulentos  solo pueden ser posibles por medio de  magos de la informática. De manera especial  de  hackers mercenarios, que son capaces de alterar cualquier información o programas de las computadoras con tal de que se les pague muy bien.
Tanto en Venezuela como en Colombia para esa época comenzaban a surgir individuos o empresas consagrados a tales delitos informáticos. 
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En los Estados Unidos el espionaje es un delito federal, sea a nivel político o privado, solo basta mencionar en la década del 70 el escándalo de Watergate que provocó la renuncia del presidente Richard Nixon. Pero como el doctor Joaquín Balaguer  ha manejado nuestra nación a su antojo, esas cosas (el  espionaje) son normales.
Esta clase de actos de espionaje y los fraudes electrónicos realizados por el doctor Joaquín Balaguer, forman partes de una democracia precaria que hemos vivido los dominicanos, y que se puede atomizar más con el auge de los sujetos grises, que han arropado al país de asaltos y violencia. Estos últimos reforzados por una política autoritaria de parte de instituciones jurídicas y militares.
Estos dispositivos de espionaje tecnológicos solo pueden ser montados por personas técnicas y con experiencia en esos asuntos. La mayoría de esos técnicos los tiene Claro, Codetel, ya que es la empresa que controla el mercado de las comunicaciones en nuestro país. Una buena oferta de apartamentos y dinero efectivo hace que estos técnicos hueco de toda formación filosófica o  de una formación ética, se convierta en mercenario sin impórtales las consecuencias sociales, ya que ellos entienden que en nuestro país lo importante son los fines sin importar los medios. Tal como es una de las enseñanzas del balaguerismo.
Nota: Después de más de una década de haber publicado este trabajo en el periódico, El siglo, en mi columna, Temas ciberespaciales, se ha comenzado hablar de los hackers y la posibilidad de alterar el proceso de votación en las elecciones de Mayo 2012.  Dicho sistema de cómputo de la Junta Central Electoral tiene mejor seguridad que en esos tiempos, sin embargo hoy el hackiactivismo, el espionaje electrónico y los fraudes electrónicos ya no son el comienzo de  la era digital, hoy en día están establecidos  con prácticas teóricas en el cibermundo, por lo que también la vigilancia digital no puede descuidarse.