Grandes temores,
incertidumbres, impotencia y amenaza se perfilan en los días que
corren en el mundo y cibermundo. Nuestro
tiempo ha engendrado las zonas grises, tal como la abordó el intelectual
francés Ala Minc, en cuanto un
capitalismo sin regulaciones, salvaje, el predominio de mafias económicas y
políticas , corrupción , narcotráficos,
eclipse de lo moral , sin ética de la responsabilidad , de lo dialógico y la honestidad,
del decir y hacer.
La cultura de que todo está permitido y que el
mundo es así, con sus crisis sociales y de civilización, llegamos a unos
entramados de unos entornos que ya no tienen referencia en lo real, sino en lo
virtual, el cual sería el verdadero rostro de un espectro. Sin embargo con la
entrada en escena de la debacle del capitalismo se en cierne las zonas grises
del miedo y del horror al desempleo. Se
vive el síndrome del desempleo, no importa el horario, ni la explotación, el
ciudadano que logra entrar en un circuito de trabajo se siente seguro y
acomodado ante un mundo en recesión y crisis permanente.
Hay un temor generalizado
en los ciudadanos europeos y norteamericanos, que se encuentran asediados por
la reducción del trabajo, el placer y el consumo. Con un panorama desolador que empuja más hacia los
recuerdos de la gran depresión que se
dio en
los años veinte del siglo pasado.
Con el surgimiento de los
mercados virtuales, instantáneo, que
dejan perplejo a los ciudadanos del mundo, en el instante en que se anuncia su
derrumbe, y que por su envoltura cibernética, digital, no afectan en el
momento, sino en el trascurso de meses, sintiéndose lentamente en la vida
cotidiana del mundo real.
Lo virtual, en el
cibermundo es el heraldo que llega a la
realidad, para anunciar en este caso, las crisis económicas del capitalismo y que ha
estado estresando a los ciudadanos de este planeta.
La directora gerente del
Fondo Monetario Internacional (FMI), la francesa Christine Lagarde dice que existe el riesgo de una recesión global
inminente para el mundo y el cibermundo de este planeta de la vía láctea.
No se discute el desempleo que es alarmante ni el hambre que cubre
el planeta, como tampoco el problema energético, la subida de la materia prima;
no todo eso es secundario, ahora es el déficit fiscal que tienen los gobiernos
del mundo, que hay que reducir. Que panorama más desolador cubre la vida
cotidiana de los ciudadanos de la globalización.
1 comentario:
Es el agotamiento dela "lógíca inherente" a un sistema.
A todos los sistemas socio-económicos les llega ese momento.
Su síntoma principal: Cuándo por seguir el curso que esa propia "lógica inherente" dicta, ello da como resultado, indirecto y no deseado, la profundización de la propia crisis que se intentaba resolver con ese curso de acciones.
¡Es eso de lo que estamos siendo testigos hoy en día!
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