martes, 26 de noviembre de 2013

El poder en el siglo XXI



En su te texto historia de la sexualidad volumen 1,  Focault, dice como el poder no puede entenderse como el conjunto de instituciones y aparatos que garantizan la sujeción de los ciudadanos en un Estado determinando. A si como tampoco un sistema general de dominación ejercida por elemento o un grupo sobre otro; más bien hay que entender que se trata de multiplicidad de las relaciones de fuerzas inmanentes y propias del dominio en que se ejerce, y que son constitutivas de su organización.
Por lo que no debe buscarse su existencia en un punto central, en un foco único de soberanía del cual irradiaría formas derivadas y descendientes, ya que el poder está en todas partes.
Focault, no sienta en el banquillo de los acusados a la economía capitalista, como tampoco a su instancia, el Estado, sino que sienta al mismo poder. Por lo que de una u otra manera lo sujetos mantenemos determinadas relaciones con el poder (cristalizado en el Estados) y sus múltiples instancias.

En este siglo XXI, esa nueva forma de poder social ha ido cambiado, el estudio del poder entra en el plano de la ciberpolitica y la política, hay que colocarse más allá de Focault para entenderlo en su compleja relación de fuerza, que pasa por lo virtual y lo real, y quien mejor que su amigo Gilles Deleuze quien explica como las sociedades  disciplinada, organizadas en los grandes espacios de encierro y que Focault situó en los siglos XV111 y XIX con su apogeo a principios del siglo XX, entraron en crisis y han estado siendo sustituida por la sociedad de control, en donde el marketing es el instrumento que forma  la nueva raza impúdica de nuestro dueño .

 Por lo que se desprende que el sujeto de estos tiempos no se encuentra encerrado, sino endeudado, en un mundo virtual y de relaciones de poder digital y biométrico.

1 comentario:

Unknown dijo...

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